Lo cierto es que me da igual que uno sea cristiano, judío, musulmán o mormón, al final todos creemos o no, pero aquí, aquí sí que el fin - crecer, aprender, intentar ser mejor- justifica los medios. Sin duda.
Esto de la Fe y el amor tienen muchas cosas parecidas, ¿no crees? al fin y al cabo, las dos son compartir, ese susurro de intimidad que surge cuando te abres a un amig@ y le cuentas cómo estás en esto del amor, o la amistad, o la familia... es confiar y creer, pero ante todo, es sentir.
Estoy convencido de que si supiéramos - supieran- todo el mundo la cantidad de veces que las personas recuerdan cosas de nosotros y nosotros de ell@s, si de verdad convirtiéramos ese susurro en un grito y dijéramos: "sí he pensando en tí!", mucho de todo esos detalles, pequeños grandes retales que forman una vida serían espectaculares.
Nuestro ombligo es enorme, somos dioses de nuestro universo, - eso creemos- y decidimos ¿por vergüenza? ,¿orgullo? por no se sabe muy bien, que esto, que la vida, que nuestras alegrías, nuestros pensamientos hacia alguien, nuestra fe en lo que sea, nuestro querer, sea eso, sólo nuestro.
La libertad es hacer lo que realmente queremos para sumar, y eso incluye hacer lo que real e íntimamente quieres.
Y tú, ¿eres libre?
Todo,a tope, Siempre! :)
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