jueves, 8 de septiembre de 2011

Perspectiva

Ayer me contaba un amigo una situación que me hizo pensar:

Su mujer, por error, puso en el lavavajillas Fairy, a falta de Calgonit o producto similar. La consecuencia: una gran fiesta de la espuma en la cocina. Espuma y agua para regalar.
Entre los dos estudiaron diferentes soluciones rápidamente, y fueron tomando decisiones durante el proceso: ¿abrir el lavavajillas? ¿ponerlo otra vez para que termine? ¿qué usar para quitar la espuma de dentro?... en fin, os podéis imaginar la fiesta que se montó allí.

La realidad es que ninguna de las soluciones aportadas por la causante de la situación, fueron útiles.
No es culpa de su mujer, le podría haber pasado a cualquiera, faltaría más, pero me ha hecho pensar en la perspectiva de las cosas y es que generalmente, el que te ha causado el problema, no podrá darte la solución. 
Cuando las personas tomamos una decisión hemos evaluado ya las ventajas y desventajas, y es muy fácil "enrocarse" en una posición que aunque no esté teniendo éxito, fue la tuya, fue tu decisión.

Aquí hay varios factores psicológicos fundamentales para que la persona termine abriendo los ojos y aportar soluciones:

1º ¿Ante quien has cometido el error?. Si tienes confianza con esa persona, habrá muchos menos obstáculos para que cedas y tomar decisiones correctas. Al contrario, si no hay confianza con esa persona o incluso no os lleváis del todo bien, tu posición de orgullo te impedirá abrir horizontes. Lo más probable es que además añadas una actitud errónea y eso empeore aún más las cosas.

2º ¿Cuantas veces te has confundido antes? A veces, no tenemos una buena semana, o un buen mes, eso producirá una falta de confianza en nosotros mismos, y nuestra reacción será "otra vez, no". Error. Eso inducirá a que sigas pensando que tenías razón y no lo soluciones. Es mejor "vale, que me he confundido de nuevo, mejor escuchar, aprender y crecer".

3º ¿Tomaste la decisión evaluando bien?. En cualquier decisión, se nos presume haber evaluado la situación y ver los pros y contra. Si no la habías preparado bien, no podrás argumentar el porqué tomaste esa decisión, y así poder compartir el porqué de esa situación, como se ha llegado allí.
Además, es muy probable que no te hayas confundido en todo, y seguro que tienes ideas que aportar a quienes te quieren ayudar.

4º Nunca pienses que quien te ayuda, supervisa o un amig@ te quiere castigar o que está gozando por verte cometer un error. Si piensas eso, lo más probable es que tu actitud tampoco sea la adecuada para solucionarlo, y vuelvas a esa posición de oigo pero no escucho. Si existe un problema obvio con quien te ayuda, olvídalo mientras se está solucionando, utiliza un lenguaje y unos gestos mucho más calmados de lo habitual.

5º Es mejor "hay que..." que " es que...". Resume el problema, analiza bien la situación y mira en que se ha fallado, comparte con la gente, con tu equipo, las soluciones que aportas y ayuda a que los demás no los cometan. Proponer soluciones.

6º Todos nos confundimos, lo importante es tener la humildad y la inteligencia de aprender de ello.

Después de tantas personas formadas, tantas formaciones diferentes, años  conociendo bien  empresas y sus modos de gestión, la actitud lo es casi todo. Hay un potencial brutal en cada persona, ahora tan sólo tienes que responder a una pregunta:

¿Quieres crecer?  :)

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