Nada radical es bueno. Nunca. Ni siquiera amar. Eso te impide ver, mirar con perspectiva y poder decidir.
Leyendo y escuchando estos días reflexiones políticas sobre el tema de Bildu y con el comienzo de la campaña electoral; ese teatrillo de ventas y marketing que nos obligan a pagar para que los políticos cada cuatro añitos se den una vuelta por las calles y les digan "que hay de lo mío", pensaba en la radicalidad, en la filosofía del todo vale, esa en la que piensan que el miedo - de unos y de otros- es la mejor medicina para que les eches ese papelito con su nombre.
Los asesores de marketing y estrategia saben perfectamente que las personas - papeletas para ellos- tienen poca memoria, juegan al resumen, a la sensación y el regusto que nos queda al final de un hecho.
Piensa, por ejemplo, en tu última conversación, ¿de qué trataba? ¿pasó algo?¿el qué?¿qué pensaba él o ella?. Nos quedamos con el resumen, con la sensación final. En una conversación normal de - pongamos 10 minutos - en tu mente, tu sensación, quedarán los últimos 2, en noticias de un telediario TV 25 segundos, de cada 15 anuncios, recordarás bien 2 ó 3, y por teléfono los últimos 40-45 segundos. A eso juegan. Eso nos venden, y lo compramos.
Es mejor que nos lo den hecho, que nos lo resuman, y al final nos dicen que tenemos que pensar.
En la mayoría de los casos la gente vota "lo que han votado sus padres toda la vida", es lo que han mamado en casa. De igual modo que si no te enseñan a comer, el respeto, las normas, la política también se mama. Es una educación mal entendida. Enséñale a pensar, a escuchar, a querer saber y ser tolerante, déjale descubrir.
He visto padres que han pagado a sus hijos para que voten, he visto a amigos dejar de hablarse por esos que se suben a un estrado y esperan el aplauso para entrar en directo en las noticas de las 9.
A la gente se le llena la boca con España, a otros les da vergüenza, otros, dicen "este país" por aquello de no perder votos, sí, pero al final, al final de todo esto, ¿España qué es?
España es tu familia, tus amigos, tu ciudad, cuarentaytantos millones de personas que compartir un lugar, muchas costumbres y un montón de culturas que se enriquecen entre sí, que crecen, como en todos los países. Date una vuelta; mira bien. Todos somos especiales, y todos tenemos cosas singulares, somos únicos, somos personas, no razas.
En todo eso no cabe disparar y preguntar, no cabe sentarse en una mesa con el arma apuntando debajo de la mesa, con eso no crecemos, no quiero escuchar a quien a un argumento sea el que sea, se defiende con un empujón.
La democracia es algo que decidimos hace muchos años, como para que venga alguien ahora y al ver que se le cae el negocio, lo joda.
La Libertad y la Educación con mayúsculas es decidir, aprender y enseñar a pensar por uno mismo.
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