viernes, 27 de mayo de 2011

No dejes que suceda...

La semana empezó curiosa, hartos de escaños y concejales. Unos, contentos, sonriendo, celebrando victorias que deberían saber a derrota cuando uno echa un vistazo a España; otros, disimulando algo que ya sabían, tenían cinco millones de razones, cinco millones de familias para saberse perdedores.
Hablan siempre que la derecha o el centro derecha tienen votantes fieles, pero si después de todo lo que sucede, lo que está sucediendo, hay 6 millones de personas que todavía te votan, la fidelidad es tuya.
Otro día hablaré de Bildu y lo que me parece, hoy no toca.

La semana empezó -decía- curiosa. Me dio por pensar ayer lo fácil que es acostumbrarse a dar lo justo en el trabajo, a cumplir con el expediente y pasar por los lugares sin pena ni gloria. 
Mucha gente piensa que lo cómodo es eso, aquella ley de mínimo esfuerzo y máximo beneficio, zombis que diría Carlos Andreu que te llevan a la dejadez profesional por no querer ver más allá, esos que al punto de la mañana al preguntarles un simple ¿qué tal? su cara refleja un estado presuicidio y depresión total, ante la obligación - qué desastre!- de trabajar.
Seguro que me entiendes, es más, es probable que tú alguna vez - y yo- nos hayamos dejado arrastrar en algún momento, por pequeño que sea.
Son verdaderos líderes del NO, máximos exponentes de los "es que...", defensores a ultranza del "deja, deja...", se atrincheran, quejicas, oyen, y no escuchan, "tú no sabes lo que es esto...", sus ojos miran extrañados cuando les ofreces esfuerzo, desarrollo, luchar, dar ese paso al frente e intentarlo.
Podemos - puedes- hacer dos cosas; la primera dejar que la vida pase, no darle importancia a que allí estás un tercio de tu vida, cerrar los ojos a l@s compañer@s que muchas veces se convierten en amigos, jugar a esperar y ver como se solucionan las cosas, puedes hacer que a lo que te dedicas siga siendo lo que es y esperar a que suene la campana para gritar un "otro día más".
La segunda opción es crecer, analizar que esas 8 o 10 horas las vas a disfrutar queriendo mejorar, proponer "hay que.." y aprovechar a esos compañeros que se convierten en amistades para sumar, buscar tu reto y el suyo y alucinar con todo lo que tú puedes dar.

Date la oportunidad de crecer también allí, Capitán.

Déjame que te de una gran noticia, esa decisión, decidir ser tú también aquí, cerrar los ojos para luchar por el genio que llevas dentro, es tuya!.  Nadie, nunca, te podrá robar que lo intentes.

No dejes que suceda.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Qué grande!

Recibo muchos mails de gente que escribe porque lee el blog. Me cuentan sus pensamientos, sus historias lejanas de Alemania, EEUU, Panamá, Venezuela, Rusia, Rep.Dominicana, Inglaterra, Ecuador, Argentina, Colombia, Chile...  de un montón de ciudades de España... de una manera cercana, son esas cosas que lees y parece que tocas. Te ves ahí al lado, cerquita, y te imaginas en una terraza, o en una habitación, o en la playa, creciendo.

Hay una relación muy especial entre el que escribe y el que le lee, es como si alguien se colara en tu habitación para susurrarte y compartir.
Todos los días tengo la suerte de recibir algún mail que cuenta su experiencia y su reflexión, de un montón de edades y situaciones diferentes, me cuentas esos retales que componen esto que llamamos vida.

La realidad es que se crece más dando que recibiendo. Siempre.

Comencé el blog para compartir, para expresar porque necesitaba -  necesito - gritar no sé si al mundo, pero si a quien me escuche, y hoy, dos meses más tarde, cientos de visitas después, 15 países distintos, de muchísimos mails cruzados, de sentarme delante del ordenador y reir, y a veces llorar,de escuchar y ver, sólo puedo daros las gracias.

Gracias por confiar, por abrirme una ventana de vuestra vida, por las alegrías, y por escucharme cuando le doy a la tecla "publicar entrada".

Hoy, amig@, la entrada es para tí, para que sigas dando, para que l@s que te tienen cerquita continúen disfrutando de todo lo que llevas dentro, sonríe, y grita tú también, enséñale al mundo.

Qué grande eres!!

viernes, 13 de mayo de 2011

Historia real

Hay olores, canciones, sabores, que te transportan inmediatamente a ése momento, aquella época. Es un viaje en el tiempo alucinante. ¿Cuántas veces has pensado en tener una máquina del tiempo? A veces, la tenemos más cerca de lo que pensamos, sólo hay que querer usarla. No cuesta mucho buscar en internet canciones que nos transporten, o coger un coche y querer saborear el pan de pueblo.

Recuerdo San Sebastián, llegar a casa de mis tías y oler aquella casa, guardo perfectamente la sensación de alegría, de la risa contagiosa y los abrazos enormes. Olor a playa y sal, jugar, no parar para volver a la carcajada.
Ir con mi hermano al colegio, verle a mi lado con la cartera, -ésa que llevábamos nosotros, sin ruedas, y muchos años la misma- e ir diciendo chorradas, dándole la vuelta a las cosas, y mirándome supongo que pensando a ver cuando crece este enano y espabila. 
Nervios antes de jugar un partido de futbito, mis guantes de portero, no dormir por ir a esquiar, la ropa preparada, madrugar, la bicicleta, el parque y su olor, nuestro sitio, el pupitre y los profes,  los amigos y sus caras, sus expresiones, y hasta sus manías, nadar, mil horas inventando historias debajo del agua... y el sol de testigo. 

Pasamos de los juguetes a los bares, ángeles y demonios, a empezar a salir, las juergas,  los primeros viajes, aquella chica, canciones que nos emocionan por vernos allá, y soltar un - jo, qué tiempos!, pensando en que allá todo era más fácil, no sabes si mejor o peor, pero más fácil. En realidad, no es cierto, hoy puedes decidir mucho más, puedes decidir tú y elegir si quieres seguir acordándote de aquello y vivir así, a tope, hoy.

Por una vida pasan miles de personas, y casi todas dejan algo, a veces nos vienen chispazos y nos acordamos de personas, queremos saber de ell@s, ¿cómo estará?. Pensamos en si le irá bien y lo asociamos rápidamente a un buen trabajo, y buena vida.

La pregunta es ¿será feliz? Lo demás, no importa. No debe importar.

Coge un coche, vete a tu antiguo colegio, hazte un regalo, deja que te enseñen tu clase, siéntante en tu sitio, pasea por el patio, cierra los ojos, mira fotos, piérdete por esas calles,  cuídate; recordar y sentir, para sentir más hoy. Hay un montón de cosas de hace no tanto tiempo que aún se pueden compartir para crecer.

Fue tu Historia real, tu Gran Historia real.

Queremos recordar con la cabeza, y necesitamos recordar con el corazón, con los sentidos, para saber quienes fuimos, mantener viva tu Historia para disfrutar más tu presente.


lunes, 9 de mayo de 2011

España

Nada radical es bueno. Nunca. Ni siquiera amar. Eso te impide ver, mirar con perspectiva y poder decidir.
Leyendo y escuchando estos días reflexiones políticas sobre el tema de Bildu y con el comienzo de la campaña electoral; ese teatrillo de ventas y marketing que nos obligan a pagar para que los políticos cada cuatro añitos se den una vuelta por las calles y les digan "que hay de lo mío", pensaba en la radicalidad, en la filosofía del todo vale, esa en la que piensan que el miedo - de unos y de otros- es la mejor medicina para que les eches ese papelito con su nombre.

Los asesores de marketing y estrategia  saben perfectamente que las personas - papeletas para ellos- tienen poca memoria, juegan al resumen, a la sensación y el regusto que nos queda al final de un hecho.
Piensa, por ejemplo, en tu última conversación, ¿de qué trataba? ¿pasó algo?¿el qué?¿qué pensaba él o ella?. Nos quedamos con el resumen, con la sensación final. En una conversación normal de - pongamos 10 minutos - en tu mente, tu sensación, quedarán los últimos 2, en noticias de un telediario TV 25 segundos, de cada 15 anuncios, recordarás bien 2 ó 3, y por teléfono los últimos 40-45 segundos. A eso juegan. Eso nos venden, y lo compramos. 
Es mejor que nos lo den hecho, que nos lo resuman, y al final nos dicen que tenemos que pensar.
En la mayoría de los casos la gente vota "lo que han votado sus padres toda la vida", es lo que han mamado en casa. De igual modo que si no te enseñan a comer, el respeto, las normas, la política también se mama. Es una educación mal entendida. Enséñale a pensar, a escuchar, a querer saber y ser tolerante, déjale descubrir. 
He visto padres que han pagado a sus hijos para que voten, he visto a amigos dejar de hablarse por esos que se suben a un estrado y esperan el aplauso para entrar en directo en las noticas de las 9. 
A la gente se le llena la boca con España, a otros les da vergüenza, otros, dicen "este país" por aquello de no perder votos, sí, pero al final, al final de todo esto, ¿España qué es?
España es tu familia, tus amigos, tu ciudad, cuarentaytantos millones de personas que compartir un lugar, muchas costumbres y un montón de culturas que se enriquecen entre sí, que crecen, como en todos los países. Date una vuelta; mira bien.  Todos somos especiales, y todos tenemos cosas singulares, somos únicos, somos personas, no razas.

En todo eso no cabe disparar y preguntar, no cabe sentarse en una mesa con el arma apuntando debajo de la mesa, con eso no crecemos, no quiero escuchar a quien a un argumento sea el que sea, se defiende con un empujón.

La democracia es algo que decidimos hace muchos años, como para que venga alguien ahora y al ver que se le cae el negocio, lo joda. 

La Libertad y la Educación con mayúsculas es decidir, aprender y enseñar a pensar por uno mismo.


domingo, 1 de mayo de 2011

Genios

¿Qué llevará a Ennio Morriconne a escribir, a crear semejante letra y música y parir esa obra maestra de la película La Misión?

Hoy la estaba escuchando de nuevo, y lo imaginaba allá en su casa, con la luz rebosante de su gran ventanal con un lápiz y una página en blanco.
Mientras yo escuchaba la canción, iba dándole vueltas a esto de los genios. ¿Qué tendrán? ¿Qué fuerza suprema, inspiración extraña les lleva a Crear con mayúsculas?

La realidad y lo que les mueve, es la superación, la mejora continua de verdad, el querer dar ese paso al frente, la mirada al horizonte y luchar.

Siempre pensamos que a l@s genios no l@s conocemos, que l@s vemos en revistas y en la tele, son mentes privilegiadas - pensamos - cuando realmente tocamos, hablamos y vivimos con genios buena parte de nuestra vida. O toda.

Tus padres son unos genios. Piénsalo. Fíjate todo lo que lucharon, todo lo que te dieron, y al final siempre había -hay- una sonrisa y un beso después de mil horas de trabajo y dedicación.

Tienes amig@s que son un@s genios, que están ahí siempre, da igual la hora o el día, que ofrecen hombro y risa con el único agradecimiento de una buena sonrisa, o un abrazo. Tienes compañeros de trabajo que son unos genios, mentes inquietas que te hacen cada día más fácil, que te retan a la mejora con ell@s y crecéis juntos. Tienes herman@s realmente espectaculares que demuestran cada día todo el cariño que ofrecen simplemente con un "ser tú", y lo hacen haciéndose cargo de hijos, de esposos y esposas, del trabajo, de los problemas diarios, y también llegan a tí.

Vemos genios todos los días, tenemos esa suerte, pero no nos paramos a pensar todo lo que hacen por nosotros en esta brava mar llamada vida. Eres el capitán, sí, pero que eso no te haga no ver la tripulación, haz parada y fonda, deja que la suave brisa del mar salpique tu cara y la de los tuyos, arrima el hombro para llegar a ese puerto, saborea, y mientras, Capitán; aprovecha el genio que también hay en tí.