viernes, 18 de noviembre de 2011

Los 7 pecados

Siempre que salgo del cine, me da luego por pensar bastante en la peli que acabo de ver. De cada una se saca algo, y de muchas un montón.

Recordaba el otro día al amigo Al Pacino en "El abogado del Diablo" y su "soy un humanista convencido, probablemente, el último humanista" y de la moraleja final de la peli: de todos los pecados capitales; lujuria, vanidad, gula, pereza, ira, envidia, soberbia y avaricia, éste último es el más importante. Arrastra a todos lo demás.

La avaricia es acumular, querer más de todo, da igual a quien se tenga que pisar y que haya que romper, la avaricia es la ausencia de la generosidad.
Nos miramos el ombligo como si fuera el centro del universo, buscando en casi todo el interés particular, cuando en realidad, la gran verdad es que cuando das recibes mucho más.
Deberíamos ser ambiciosos del sentir, de hacer, de gritar, bailar y abrazar, parar y pensar en que sin la generosidad de muchos, tú y yo, no estaríamos aquí.

Cada día tomamos decisiones, que aunque sean pequeñas, nos pueden acercar a tener siempre la satisfacción por bandera, la sonrisa y lágrima compartida por quienes piensan en plural. Hay un montón de momentos que todos hemos pasado en los que fuimos nosotros mismos, y dimos todo, esos en los que uno se acuesta por la noche con la vanidad de haber sido mejor persona y con la soberbia de hacer las cosas como creemos y sentimos.
De repente, un día tras otro, nos dejamos arrastrar por mil excusas, la vorágine del día a día decimos, para, en realidad no afrontar la verdad, no afrontar que podemos hacer mucho más, que lo hicimos y que lo queremos seguir haciendo.

Sé generos@, abre los brazos, sonríe y dile al mundo que hay miles de experiencias que quieres compartir y vivir.

Sé feliz, amigo. Todo, a tope, siempre.


1 comentario:

  1. Me gusta... D. Javier, deberías escribir un libro... saludos desde Santander.

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