lunes, 24 de octubre de 2011

Ya puedes volver...

Amigo mío.
ETA ha anunciado el cese definitivo de su "lucha armada".
Ahora podrás volver a tu tierra, a Donosti, y ver esta Concha maravillosa. Ahora, de nuevo, quedarás con tu cuadrilla para ir de poteo y cantar al mundo bilbainadas.
Incluso podrás coger de la mano a Itzaskun, y a tus dos niños para ir a ver el aquarium y el amarre de los barcos como hacías antes. Pasear y disfrutar.

Sentir el olor a mar y a tu tierra, a caseras en el mercadillo y el pan de Otaegui, tocar la arena y empuñarla para que no se te escape de nuevo.
Cerrar los ojos, volver a abrirlos, y ver que es verdad, estás aquí, sueño vivo con los tuyos en tu querida tierra.
Sólo vosotros podéis saber lo que uno pierde, los miles de detalles que añoras y que os han hecho llorar tantas noches.

Te imagino con los niños sentados en tus rodillas, Aitor y Nerea, y poder contarles la verdad, decirles que os echaron, que no os dejaban vivir aquí por tus principios, que en esta vida hay que pagar por sentir, que el idioma y la lengua eran suyos, y victoria o muerte, conmigo o contra mí era mucho más que tan sólo unas palabras. Hay miles de testigos, podrían, si aún vivieran, preguntárselo a las 900 personas asesinadas o a los miles de heridos, o a las  miles de familias exiliadas como la vuestra.

No habrá nadie detrás tuyo, salvo la familia, y los amigos que aún te hayan dejado conservar los años y la dichosa política. Podrás hablar de ello en bares sin miedo, compartir ideas y experiencias sin que tengas que temblar por quien te escuche.

Cuando casi todo el mundo habla de política con mayúsculas, me quedo con el sentimiento, el desgarro de cuando os llevaron lejos, las lágrimas, los abrazos y las quedadas clandestinas. Que no olvide el mundo que por muchos de los que estáis fuera, hoy, los que están aquí, viven y vivirán en paz.  No hay borrón y cuenta nueva cuando hablamos de vidas, de ilusiones y de sueños.
Pagastéis demasiado caro vuestra coherencia, vuestro grito de libertad para sentarnos ahora a negociar con nadie.

Yo, amigo mío, aquí te espero, en el Néstor, con dos zuritos y la tortilla que tanto te gustaba. Tantas cosas que contarte....

Sois héroes de nuestro tiempo, verdaderos abanderados de la verdad, de la lucha bien entendida.

No sé que dirán los libros de una Historia que la hacen a medida, si sé lo que diré a los míos, a todos los que pueda, les contaré quienes fuisteis, y todo lo que hicisteis porque en el mundo, hubiera paz y libertad de verdad.

Ezkerrik - asko.

Aupa! Oberena!

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